Salmo 118:6 (NVI):
«El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?»
El miedo es una emoción natural, pero también puede convertirse en un enemigo silencioso que paraliza, nubla nuestra fe y limita nuestros pasos. Cuando dejamos que los pensamientos negativos se apoderen de nuestra mente, les damos fuerza para crecer y dominarnos.
Sin embargo, la Biblia nos recuerda que no estamos solos. El Señor nos ha dejado promesas vivas y poderosas, una para cada día, para sostenernos en medio de las luchas. Sus palabras no son simples frases de ánimo, sino declaraciones divinas que nos recuerdan que, si decidimos caminar de su mano, Él nunca nos abandonará.
El comentario bíblico adventista resalta que este salmo afirma la confianza absoluta en la presencia de Dios, quien actúa como un guerrero que pelea nuestras batallas. Esa seguridad nos invita a dejar a un lado el temor y a vivir con la certeza de que no importa cuán grandes parezcan los problemas, Dios es más grande aún.
Hoy, renueva tu confianza:
👉 No alimentes el miedo.
👉 Llena tu corazón con la Palabra.
👉 Cree en las promesas que Dios preparó para ti.
Porque cuando Dios está contigo, no hay lugar para el miedo. 🌟
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